Desde muy pequeños aprendemos que las ideas se oponen y comprenden una gracias a la otra: la oscuridad sólo se entiende en oposición a la luz, la alegría a través de la tristeza, el frío por el calor…
Luego, nuestro pensamiento se vuelve más sutil y nos permite comprender nociones más abstractas. Pero siempre continúa necesitando a los contrarios para progresar y ayudarnos a comprender la realidad y a nosotros mismos. Este libro propone al joven lector (y también a los mayores) una forma de ejercitar y desarrollar el pensamiento a partir de doce pares de opuestos que a veces también se fusionan o se vuelven complementarios.