A Sofía no le importaba que su osito de peluche estuviera viejo y estropeado; había pertenecido a su abuelo y luego a su madre, y por eso, ella lo quería muchísimo. Pero un día su osito se pierde en la playa y Sofía debe seguir su vida sin él. Lo que no sabe es que el mar lo ha encontrado y está haciendo lo imposible por devolvérselo.
Una historia emocionante y conmovedora que explica que nada se pierde verdaderamente si se guarda en el corazón.