Justo cuando el lobo tiene hambre, ¡nada lo detiene! Lo que más le gustaba al señor lobo era comer. Un día quiso hacer un estofado de pollo y encontró a la gallina perfecta. Se dedicó a engordarla, pero cuando finalmente decidió buscarla, se llevó una gran sorpresa…
Esta cautivadora historia puede suscitar conversaciones amenas: muestra que las cosas no siempre son lo que parecen, y que a veces quien menos esperamos puede convertirse en un amigo