Cabra se despierta listo para la cena a la que Cerdo lo había invitado esa noche. Pero cuando se asoma a la ventana, ve que Cerdo está llorando y se pregunta qué le pudo haber pasado a su mejor amigo. Después de imaginar varias situaciones catastróficas, Cabra decide que lo mejor es ir a ayudarlo y corre a tenderle una mano, pero cuando llega, lo encuentra cortando cebollas, razón por la que no ha parado de llorar.
Una hilarante anécdota, ideal para leer en un momento de esparcimiento. Trata sobre la imaginación, la confusión y los buenos amigos.