Un cuento en verso en el que se presenta como protagonista a la princesa Pálida Luna, quien lleva meses sin hablar y con una gran pena clavada en su corazón que le ha llenado su cuerpo de escamas. El rey, su padre, también de corazón en duelo, clama por ayuda a todo tipo de hechiceros, pero será solo uno, el hada de los recuerdos, quien entienda el origen de tanta tristeza y les devuelva el brillo a sus vidas.
Las ilustraciones de Raquel Echenique dan un tinte especial al cuento, presentando a la princesa de una manera poco convencional, con un talento artístico que conmueve y sensibiliza al lector.